¡Uh! Esto si que no lo esperaba jaja. Gracias Limada!

Un beso. De esos que te cortan la respiración, de los que te dejan mareado e inundado de sensaciones.

Eso, tan solo eso, es lo que anhelo.

Mis problemas se resolverian con tan solo uno de esos...

Al principio me molestaba, mas por que no sabía de donde salia - ¡Si! No sabía - que por que no me gustara. Despues directamente no me gustó, pero estaba ahi y me la bancaba los 4:o4 minutos que duraba con estoica paciencia, hasta un día la escuche en el laburo.
Ahi cambió, no se si era la atmosfera, lo poco que la entendía, Diego, o la nostalgia de mis tiempos en trabajos administrativos que me terminó gustando. Y mucho.
Asi que ahora, de a ratos, la abro para que me haga compañía mientras estoy en la laptop. Suena de fondo, y tiene algo que no puedo explicar...
Limada ¡Gracias!

Nico esperaba sentado al borde de la cama mientras Diego recogía sus pertenencias. Camisas, pantalones, fotos y demas articulos que indicaban que en algún momento él habia pertenecido a esa casa. Frenéticos ocho meses.
Mientras lo veia ir y venir se quedó pensando en cuan rápido habian ido las cosas, y se preguntó como fue que perdió la capacidad de frenar el infierno de las últimas semanas. Semanas en las que la sensación de vertigo paso a ser de una asfixia tremenda, llena de reclamos uno mas incoherente que el otro.
En todo esto cavilaba cuando lo vio entrar al baño, seguramente en busca de su cepillo de dientes y su maquinita de afeitar.
- No vas a decir nada. - Espetó Diego al salir del baño.
- ¿Que queres que te diga? Mi vida era linda antes que llegaras, fue linda cuando estuviste y será linda cuando no estes. Es algo que no va a cambiar. Nunca. - Respondió tranquilamente. Sabía que eso lo enervaba, pero era la verdad despues de todo. Y no le gustaba mentir.
- Vos no cambias mas. - dijo resignado - Siempre alejandome, por eso terminamos.
Fue mas de lo que Nico pudo tolerar.
- ¡Para un segundo! - Estalló indignado - ¿Que clase de novela mexicana te tragaste? ¿Esperabas que me quedara paralitico, ciego y embarazado para que no te vayas? Siempre es lo mismo con vos, siempre la misma discusion. Siempre soy yo el que no se entrega, el que no ama, el que no te quiere. Jamas fue suficiente lo que dije o hice... nunca. - Riendo con sorna y mirandolo fijamente a los ojos, agregó - Querido, vos no queres una pareja: Vos queres un perro.
Y despues vino el silencio, un bolso que se levantaba y una puerta que se cerraba para siempre.

Lo entiendo. Entiendo que no puede ser, que esta en mi cabeza y no es real. Que me lo imagine y que es imposible que pase. Que las sensaciones no son reales, que de una manera burda y absurda trate de retroceder cinco casilleros de un paso, volviendo a un lugar en el que ya no estoy. Todo esto lo comprendi cuando menciono el nombre de su novia.

La falta de reaccion, esa puntada aguda en el plexo que me indica que mis tripas se estan deshaciendo de dolor, rabia y frustracion, me dijo que no era real. Que solo lo imaginaba, tal vez por lo confuso de estos ultimos tiempos. El ultimo simbronazo antes de las vacaciones.

Saber eso me relajó. Me dejo nuevamente donde tengo que estar todo el tiempo, en mi eje. Por que antes, el solo verlo me desestabilizaba. La idea de que fuera una posibilidad... no se, me aturdia, confundía y sobresaltaba ¡Dios! ¡Ni siquiera podia hilar un pensamiento coherente enfrente suyo! Pero eso ya pasó. Ahora, entendiendo todo esto me siento mejor. Volvi a ser el tipo confiado, alegre y entusiasta de siempre.

Así, los ultimos dias fueron una delicia. Sin pensamientos, fantasias ni nervios. Nada. solo yo conociendo a una persona divertida, inteligente y de una rapidez acida que me descostilla de la risa. Y es bueno, mas si tenemos en cuenta que vamos a ser compañeros de trabajo justo en cuanto yo vuelva de las vacaciones. Todo por que entendí que me estaba engañando a mi mismo otra vez y tuve el valor de no aferrarme a esa mentira...

Lo que no entiendo es ¡Por que tiene que ser tan condenadamente lindo?

Hay que tener bolas para aceptar que la cagaste.

- ¿Y si llamamos a Damian? Por que yo te dije a vos, y no se... me da no se que.
- Dejalo, No va a venir.
- ¿Y eso por que?
- No se que le pasa, anda medio cruzado... yo lo conozco hace mucho y a veces se cruza, se raya y no hay quien lo banque.
- ¿Ah si? Mira vos...

Seria lindo pensar que esta rayado por que ya no lo miro mas ¿No?

Estoy convencido de que podria tocar la bateria por tres `noches seguidas que mis vecinas de al lado no dirián ni A

Todavia no me sé si tienen el sueño muy pesado o una excelente receta médica.


NOTA: Ni sueño pesado, ni excelente receta. Nada de eso. Casa nueva era lo que tenían: Se mudaron.

Todo lo que necesitaba era reirme.

Llegue del laburo de mal humor. De muy mal humor ¿Las razones? Saque boletos para una obra de teatro que conozco demasiado bien, tanto que podrias decir que soy el autor. Y como no puedo, al menos de momento, bajarle el telon para siempre, me enojo. Conmigo sobretodo, pero mis humores son abarcativos, asi que estoy mal con todos y con todo.

Asi que llegue cruzado... mas que cruzado. Tomé unos mates, chequeé mails y me fui de nuevo puteando al kinesiologo. Tan pocas eran las ganas que tenia de estar ahi que hasta equivoque el departamento y tuve que esperar como diez minutos mas de lo habitual (O sea que en vez de llegar tarde los diez minutos usuales, llegué veinte. Un garron)

Y ahi se me fue el mal humor... no se, será que me hicieron reir con las bromas, o que despues de una hora acostado en la camilla sin nada en que pensar me di cuenta de lo estupido de mi enojo... o... no, la verdad es que fueron las carcajadas ¿Para que mentir?

Me rei mucho. Y eso era todo lo que necesitaba.

Carta Magna

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