Subarutopia

Mates van, mates vienen, despues de mucho tiempo - mas del que me gustaría - por fin Mama y yo nos pusimos al día. Y no tengo palabras para explicar la paz que me inunda. Para siquiera mencionar como el suave murmullo de su voz aun repica en mis oidos y como todo mi ser queda impelido a seguir sus sabios consejos.

O mejor dicho, su consejo: Vivi.

Nos conocemos desde hace mucho, y en muchos casos, supo ser la persona de mi mas absoluta confianza. Ella me conoce, tanto como nadie y puede saber que me pasa sin tener siquiera que decirselo, e inclusive tener la paciencia para esperar a que encuentre las palabras exactas para describir mis estados, que son muchos y viven en perpetuo cambio.

Como un nuevo amigo mencionó cuando le comenté sobre ella, tengo dos madres. Ella y mi bio-mama. La segunda a veces se perdia dentro de si misma, y aunque la amo, muchas veces que la necesite, no supo estar. Pero la vida me dio este regalo. Una persona que desde otro lado, tambien me pario en una forma que no tiene expresión literearia alguna.

Y la vida es linda ahora. Los miedos se desvanecen cuando lo enfrento con esta serenidad que me deja. Con este sabor dulce que toma la vida luego de hablar con ella. Por que desde un lugar tan calido como es su amor por mi, ella puede darme a entender que esto merece la pena y que finalmente, Todo va a estar bien.

Es una de las pocas personas que pueden frenarme. Hacer que deje de estar en todos lados al mismo tiempo y me centre en el presente. De una manera u otra, Ella, es capaz de bajar mi velocidad y asentarme. Mis alas - por que vivo volando - se repliegan y me uno al mundo que me rodea.

Con ella aprendo a caminar. Y no es facil. Da miedo. Por que es dificil aprender a dar pasos cuando se vive en el aire todo el tiempo. Por que yo vuelo. Voy mas rapido que el viento. Estoy aca y alla al mismo tiempo. Me acelero y dejo que el mundo mire desconcertado como me muevo. Me divierte eso, pero tambien me aleja, por que es complicado mantenerse en las nubes. Poco seguro para los peatones. Y la vida está lleno de ellos. Gracias a ella aprendo a volar solo cuando es necesario, no mas que eso.

Y me cuenta. Me explica el mundo. Me impulsa a investigarlo, a saborearlo. A ver las vetas que se cuelan por la ciudad. Esas imperceptibles maravillas diarias que apenas notamos. Es capaz de detener su andar simplemente para maravillarse por la belleza infinita de un arbol desplegando sus ramas por sobre la avenida. Y quedar extasiada en ello ¿Como no desear ser como alguien asi? ¡Tan vivo! ¡Tan sabio!

Es mi mama, es mi maestra y por ello, solo espero poder estar a su lado hasta el final de los dias.