"Yo quiero alguien que se muera por mí.
Alguien que no soporte estar con otra persona.
Alguien que me mejore y que sea mejor porque está conmigo.
Eso quiero.
O eso quise siempre.
Y no quiero conformarme más.
Si no es así, prefiero quedarme sin nada."

Esto es algo que leí este fin de semana.y Resulta que estuve de reposo, dada la depresión que me produjo la partida de una de mis bien amadas muelas del juicio (¿por qué las llaman así?) y, aburrido como estaba, me dediqué a vagar por la red. Lei mucho. Me metí en cientos de blogs, amén de actualizarme con los que leo frecuentemente.

Y entre ellos, me encontré con esta joyita: Ciega a citas. No voy a adelantar nada de la historia, solo diré que es una entretenida comedia romantica dramática. Sin embargo, la frase que encabeza este post está sacado de ahí.

Me hizo pensar (ni que fuera algo sumamente difícil) en mi situación actual. En que quiero, en que busco y en donde me meto. Mi vida hasta ahora tiene una estantería completamente dedicada a los trastornados que encontré por el camino. Hay de todo y para todos los gustos. Está ese que no quería verme por que no tenía plata, el que le molestaba que yo estuviera de buen humor, uno que solo quería que lo adorase y también, el que a la semana de conocerme quería llevarme a recorrer el mundo y mudarse conmigo (o con él, por que su dpto era mas grande) o sino, una larga lista de indecisos. Del tipo "Te quiero, me gustas, pero... no sé" y es justamente uno de ellos el que ocupa en este momento mi cabeza.

O ocupaba.

Es que esa frase resumió lo que nunca pude expresar. Cuando me preguntaban "¿Vos que querés? ¿Qué estás buscando?" juro que me sentía como cuando te dicen "Decime YA que estás pensando", o sea, nada. Ni un atisbo de idea. Solo un timido "Qué se yo... lo que dé"
¡Y UNA MIERDA "LO QUE DÉ"! Yo sé exactamente lo que quiero, lo que quise y lo que voy a seguir queriendo. Y quiero lo que escribí arriba. Así, lisa y llanamente. Quiero todo eso. No me conformo con menos... yo nunca me conformo.

Entonces, si sé lo que quiero, si lo que quiero no se condice con lo que tengo delante y si nunca me conformo ¿por qué dejarme arrastrar -una vez mas- por esa sensación conocida donde quedo de lado? Porque seamos claros, la situación apenas cambia: Yo esperando algo del otro. Algo que sé no va a venir, y en el milagroso caso de que eso llegue, no va a ser completo. No va a ser todo lo que quiero que sea. Y no es mucho lo que pido. Solo lo básico.

Y es siguiendo esta linea de pensamiento con la que decidí sacarle el polvo a mi estantería de trastornados y revisar uno a uno sus fallas. Y me di cuenta de que realmente el dicho "No sos vos, soy yo" se cumplía en todos y cada uno de ellos.

Fui yo el que se equivoco, el que bajó sus standares, el que no supo tener claro que quería, como lo quería y si realmente lo quería (si, lo sé: muchos "quería") fui realmente yo el que no pudo frenarse un momento a pensar si lo que sucedía le hacía bien o mal. Yo, ese que dejo que el otro consumiera su vida y lo dejara bamboleando con mambos ajenos en pos de una promesa lejana y difusa. Si, lo sé: un completo tarado.

Pero uno aprende. Y cuando ve venir la misma piedra (a esta altura somos intimos) tiene dos opciones: O se tropieza concientemente o aprende a esquivarla.

Yo creo que aprendí a esquivarla... no sé, con el proximo chongo se los confirmo.

2 comentarios:

Pero Ciega a citas es un clásico. Muchos ya sabemos además como termina por el libro :) jeje

Hay una frase que digo muy a menudo: " Si no estás dispuesto a morir por mí, no insistas"

Por supuesto que es metafórica pero no dista mucho de lo que creo. Para medias tintas, mejor sola.

besotes!!

Cuánta claridad y profundización en este post! Un aplauso. (?)
Pase por el ciega a citas, blog maestro, aunque deje de visitarlo.
Besote grande Rain!

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