Subarutopia

Deje mi sangre en el piso. Estaba ahi y lo supe. No cabia duda, era mia. Roja, profunda... viva. No se por que lo supe, simplemente paso. Y cuando la reconocí, recien ahí, comenzó a doler. El pie, de hecho la punta, el mismo dedo gordo de siempre. Ardia como el demonio.

Y allí supe que habia vuelto por fin.

No es que me agrade el que me sangre el pie. De hecho jamas me paso. sangrar, doler si. Es habitual. Cuando comenze un año atras, fue lo primero que me llamo la atencion, que doliera justo la union del dedo gordo con el resto del pie. Horrible. A veces mucho, otras poco pero era una constante. Casi, casi me habia acostumbrado hasta que me lastime el hombro y vinieron los cinco meses de amnesia a llevarse ese sutil recuerdo.

Esta tarde fue raro ponerme el adaba, el cordel y la remera. Caminar y atraer miradas. Entrar, sacar el carnet y comenzar la clase con gente conocida pero completamente extraña al mismo tiempo. Raro verme de nuevo ahi. Continuando algo que jamas pense que pasaría de los tres meses. Raro reconocerme como parte de ello y continuar. Sentirme vivo al escuchar los toques del atabaque y el berimbao. Era como si le sucediera a otro, no a mi. Jamas a mi. Juro que trate de imaginarme fuera de alli. Haciendo cualquier otra cosa, no se... pero no pude hacerle caso a mis miedos. Aunque lo negara: Ese era yo, alli. De nuevo.

Y esta bueno. Por que ahi me encontre, me desafie y me lancé a jingar conmigo mismo mas de una vez. Por que dentro de la roda encontre respuestas a preguntas ancestrales. Conoci mis miedos, les di cuerpo y los compré para que danzaramos juntos. Los enfrenté, los conquiste y me re-conoci. Ahi dentro, en la roda, una año atras yo crecí.

Volver fue un movimiento que me llevó mes y medio concretar. Excusas varias fueron las monturas de miedos y dogmas atavicos que no quieren volver a ser desafiados ni enfrentados. Pero, pese a ellos, regresé y fue al ver la sangre que supe que era real y que estaba bien.