Y el lunes llegué a casa. Me arrastré. Y me acosté y dormi. Si antes me sentía mal ahora era peor. Me dormí. De ocho de la mañana hasta las diez menos diez de la noche. Entro a las diez.

Maldición, taxi.

Llegué tarde, de mal humor pero con la sonrisa que medio medio lo ocultaba. Vamos que si para mentir soy excelente. Pero no. No esta semana. "¿Estás dormido?" preguntaron en el comedor "Tenés la almohada en la cara" Me di vuelta, sonreí y agregué "Y las sabanas, y las colchas y el colchón" Ellos se rieron y yo desee que se pegaran un tiro.

No me hablen. Es martes. Odio los martes. Todos los martes. Este martes.

Cené y subi. Casi a media noche, cae mi jefe. De sorpresa. Porque si. Todos tienen la cara blanca, a mi me da igual.

-¿Qué estás haciendo? -pregunta.
-Esto, esto y lo otro. Mañana viene complicada la mano y quiero adelantar, asi que si, básicamente ahora estoy bajando a buscar bidoncitos para preparar un par de cosas. Ademas quiero armar el equipo
-¿Bidoncitos? Che -al supervisor- tenemelo cortito a este... ¡Bidoncitos! -luego retoma- Mañana tenés eso que te dije ¿no?
-Si, por eso, quiero adelantar. Mañana entro tarde y es un proceso que lleva minimo diez horas. Así que también me voy a ir tarde.
-Eh, pero la idea no es que te quedes. Que lo terminen los otros -personas de otro departamento- deciles a ellos que te cubran.
-No importa, mañana me quedo recuperando. -Además yo no puedo decirles que me cubran, ese es TU trabajo ¿En que mundo vivimos?
-¿Sabés lo que tenés que hacer?
-Creo que sí. O sea, nunca lo hice solo... me falta confianza.
-Bueno, a todos. Igual esta Fulanito de Tal que te puede dar una mano -y su cara desmintió sus palabras. Fulanito de Tal no me iba a dar una mano, puesto que él estaba mas perdido que yo.
-Si, todo bien. Cualquier cosa le pregunto.

Y se fué. Espere unos dos minutos y le seguí los pasos. Aún tenía que buscar los bidoncitos.

Luego, mientras armaba el equipo el aturdimiento se convirtió en furia y dolor. Odiaba mi trabajo. Me sentía bastardeado. Me quedé mirando las mangueras, pensando en como me habían dejado en banda para el nuevo proceso. Lo vi una sola vez (Y solo partes de él porque me obligaron a dejarlo de lado en pos de terminar cosas dejadas por la gente de la mañana simplemente porque "no le dieron los tiempos") y le metí mano aún menos veces. Mientras armaba el equipo pensaba en que ganas de renunciar que tenía. ¿Sabés qué? me tenés cansado. Renuncio. Y esta manguera iba a acá y esta allá. Vos crees que esto es una boludes, y seguramente lo sea, que se yo. Pero, ¿por qué no venís vos a pararte detras de esto durante diez horas cuidando que no pase nada?. La presión anda bien, entra por donde tiene que entrar, y sale por donde tiene que salir. Después de todo, si pasa algo es mi cabeza la que cortan. Veamos el flujo. Además, si me voy y dejo esto en banda después es a mi a quien le cargan el muerto. Como siempre, Raincito puede con todo ¿cuantas veces pasó que me dejaron sudando de laburo porque los de la mañana son una manga de inoperantes que no pueden terminar un proceso que lleva seis horas ¡SEIS HORAS!. El flujo está bien. Y entonces yo no solo hacía su trabajo, sino también el mio. En tiempo y forma. O sea, yo puedo llegar y ellos no ¿qué onda flaco? Esto funciona, lo apago.

Son las siete. Me voy a casa. Noentiendoynomeimporta. Me voy.

Y me fui nomás. Miercoles a la mañana. Me quedaban tres días de intenso aprendisaje.

2 comentarios:

Yo quiero saber de que trabajas. Porque bidoncitos, mangueras, flujo y presión. ¿Podés salir volando por los aires Rain?
Hasta en el ambiente de laburo más copado, hay momentos en los que queres renunciar. Y eso de compartir los turnos es una reverenda cagada. En mi laburo anterior me pasaba al reves de lo tuyo: el de la noche se rascaba las pelotas y a la mañana yo me tenía que bancar todos los muertitos alone.
Pero que queres... era martes. Y los martes son una porquería ida y vuelta. Definitivamente, no sirven para nada.
Beso grande (y cuidado con las explosiones, en caso que existan).

Lol-it!: Si, puedo salir volando... pero algo tiene que salir MUY mal para que suceda.

Soy químico. O mejor dicho, ese es mi trabajo.

"Una porquería ida y vuelta" Me encantó. Gracias por alimentar mi vocabulario.

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